Warren County y la Justicia Ambiental


El Condado de Warren

El condado de Warren es actualmente el hogar de más de 19,800 personas y se encuentra en el Piedemonte Noroeste de Carolina del Norte. En 2019, el grupo racial o étnico más grande que residía en el condado de Warren era negro/afroamericano, el cual representa más del 50% de la población. Incluso desde la década de 1980, los residentes de color eran mayoría en el condado de Warren, representando el 59% de la población. Los nativos americanos constituían el 4% de la población, mientras que los blancos sólo el 36%.

El Comienzo de un Movimiento Nacional

No está claro cuándo comenzó el Movimiento de Justicia Ambiental en los Estados Unidos, ya que el racismo ambiental ha sido un problema durante mucho tiempo. Sin embargo, la chispa inicial que atrajo la atención a nivel nacional al movimiento se remonta a una protesta masiva en la década de 1980, celebrada en el condado de Warren. Esta protesta fue organizada por la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color, en respuesta a la decisión del estado de designar una pequeña comunidad predominantemente negra para albergar un vertedero de desechos peligrosos. Incluso habiendo otras localizaciones potencialmente viables para este propósito, el estado eligió esta ubicación para construir las instalaciones de deshecho. El vertedero recibiría suelo contaminado con PCB, un compuesto conocido por causar cáncer y alterar las hormonas. Esto llevó a más de seis semanas de protestas pacíficas y al arresto de más de 500 personas. La protesta finalmente no logró detener la decisión del estado de construir el vertedero, pero al menos atrajo la atención de toda la nación al Movimiento de Justicia Ambiental. Llevó a las comunidades, específicamente a las comunidades de color sin recursos monetarios, a crear organizaciones que hablarían sobre estos problemas de injusticia.

Injusticia Ambiental

Es importante entender que el tratar de ocultar o disfrazar el problema racial y económico de una población contribuye, en gran medida, a las injusticias cometidas contra esa comunidad. El racismo ambiental es una forma de racismo sistémico en el que la política y prácticas ambientales afectan o perjudican de manera diferente a las comunidades en función de la raza. Los activistas de justicia ambiental notaron esto con la construcción de las llamadas "instalaciones de producción de contaminación" que a menudo se encuentran en comunidades de color con bajos recursos económicos.

La raza fue el factor más importante para determinar dónde se ubicaron las instalaciones de desechos tóxicos en los Estados Unidos

- Toxic Wastes and Race in the United States (1987).


Los estudios que se publicaron en la década de 1980 y principios de la década de 1990 proporcionaron más evidencias sobre cómo las comunidades pobres de color fueron atacadas y afectadas de manera desproporcionada por la construcción de estas peligrosas instalaciones. Un estudio realizado en 1983 por la Oficina General de Contabilidad del Congreso, mostró que en ocho estados del sureste, incluida Carolina del Norte, el 75% de los vertederos de desechos peligrosos estaban ubicados en comunidades predominantemente afroamericanas y latinas pobres.

El condado de Warren es el hogar de un movimiento que creó un legado que sigue vivo hoy en día. El racismo sistémico se presenta de muchas formas, pero los eventos que tuvieron lugar aquí allanaron el camino para un ambiente más justo. Al proteger el medio ambiente, también protegemos a las personas que viven en él.

GRACIAS A NUESTROS COLABORADORES.